Todos en algún momento buscamos nuestro espacio, algo que nos diga quiénes somos y que hacemos aquí. En este camino descubrí la forma de manifestar lo que soy: las palabras. Escribir era una hazaña de personas excepcionales y no podía concebir que yo alguien común y corriente fuera capaz de hacerlo; no sé cómo ni cuándo cambio mi concepción al respecto pero aquí estoy escribiendo en un rol que antes era un sueño irrealizable y me gusta.
Vivo a través de estas palabras que comparto con ustedes porque eso SOY
viernes, 3 de octubre de 2014
ATAQUEMOS EL ORIGEN Y NO LAS CONSECUENCIAS
Cada vez que se enciende la
temática de los delitos cometidos por adolescentes recibimos como la solución
perfecta el tratarlos como adultos, echarlos en
las cárceles por el mayor tiempo posible.
“Tratar a los menores infractores
como adultos esa es la solución,
métanlos allá en la cárcel a que se pudran, cadena perpetua deberían
darles, estas son algunas de las opiniones
más frecuentes cuando se aborda el tema de la delincuencia en adolecentes” ¿Es
el aumento de las penas para los adolescentes infractores la solución para
bajar los índices de delincuencia en nuestro país? Cada vez que sale a flote
los temas relacionados con la delincuencia se escucha a grandes voces el
llamado para aumentar las penas como si
en la pena de prisión estuviese la varita mágica que resolverá el
problema de la criminalidad. Al contrario de lo que piensan muchas de las
personas con las que he conversado, el
aumento de las penas en
adolescentes no ayudará a reducir la delincuencia, no puede ser que cada vez que el tema sale a
colación los argumentos sean que esos muchachos necesitan mano fuerte,
que con llenar las calles de
policías y las cárceles de adolescentes infractores todos viviremos en paz y
armonía.
Cuando hablamos de delincuencia
solo se ve la sanción pero no los orígenes de la misma, de que vale encerrar infractores si la sociedad con sus
múltiples deficiencias en aspectos básicos produce cada día más, ya es hora que
examinemos el tema de la criminalidad en
general como un problema de todos que no se resuelve con incrementar las penas.
Debemos entender de una vez por todas que los
problemas sociales que tenemos, entre ellos la delincuencia se debe a la deficiencia en aspectos tan
sencillos como la educación, sin una política pública en materia de niñez y
adolescencia que se encargue de desarrollar planes que ataquen de raíz el problema viviremos
quejándonos del problema de la delincuencia y pidiendo periódicamente sanciones
más fuertes.