Todos en algún momento buscamos nuestro espacio, algo que nos diga quiénes somos y que hacemos aquí. En este camino descubrí la forma de manifestar lo que soy: las palabras. Escribir era una hazaña de personas excepcionales y no podía concebir que yo alguien común y corriente fuera capaz de hacerlo; no sé cómo ni cuándo cambio mi concepción al respecto pero aquí estoy escribiendo en un rol que antes era un sueño irrealizable y me gusta.

Vivo a través de estas palabras que comparto con ustedes porque eso SOY

lunes, 11 de abril de 2011

Intentando Soñar

Recuerdo que desde niña me ha gustado mucho soñar, y por eso no me faltó nada, lo que no tenía corría por cuenta de mi única amiga: “la imaginación”. En mis travesías fantásticas recorrí el mundo, conocí muchas personas, fui desde aeromoza hasta artista, hice todo lo que materialmente era difícil o inalcanzable según mis conocimientos adquiridos… a mi parecer.

Fue fantástico, vivir en un mundo construido para mí y que funcionaba bajo mis parámetros, pero… lastimosamente ocurrieron una serie de cosas, por las cuales… con el pasar del tiempo, eso de los sueños “se había convertido en recuerdo”.

 En ningún momento creía posible dejar mi mundo mágico, único resguardo por más de la mitad de mi vida y aunque estaba reacia ante la idea de salir de mi burbuja de cristal, al fin lo hice aunque continuaba con mis viajes, ya no era con la misma frecuencia de antes.

 Años después, vengo a caer en cuenta que hubo un tiempo en el cual por completo “pare de soñar”, los dardos de realidad que me habían lanzado durante largo tiempo por fin habían hecho efecto y pase a lo que le llaman mundo real, con todas las implicaciones que eso conlleva.  Ahora trato de retomar aquellos sueños que deje olvidados, recobrar un poco de aquella energía infantil, productora de sueños…

Soñar le da brillo a la vida, el imaginar que se puede llegar más allá de lo que nos han enseñado es un concepto  que en estos momentos parece estar  a punto de extinguirse, ¡son los niños los únicos seres capaces de soñar con libertad e intensidad!, a medida que se avanza en edad la capacidad de soñar se va atenuando y solo se sueñan cosas posibles o importantes según lo que dice la sociedad, así cuando se ha llegado a la madurez la capacidad de soñar es inexistente o medida de acuerdo a los parámetros preestablecidos…

En este camino de volver a soñar me he encontrado con que los sueños son una Utopía, que nosotros mismos forjamos, pues es mejor estar seguro aquí en tierra que aceptar todo lo que implica jugársela por los sueños y volverlos realidad.  Este mundo se debate entre soñadores falsos y frustrados los cuales sueñan solo con cosas que estén al alcance de su mano, de estos esta atestado el mundo ¡son la corriente que nos ha hecho creer en los sueños como un total acto de locura! , por otra parte tenemos aquellos rebeldes, necios, incansables  que no les importa con nada, que no sueñan con nadie, ¡viven y luchan por sus sueños!, pues conocen lo vacía que puede ser esta vida si se dejan gobernar permitiendo que gente x les diga cómo deben soñar.

Por allí me dirán, que estoy hablando mentiras, ¡pues la gente sueña! y yo estoy tergiversando la realidad solo digo lo que veo y he experimentado en mi propia vida, muy pocos son los que se jugarían TODO por sus SUEÑOS, sueños verdaderos no esos cuasi sueños que nos impone la sociedad. 

Solo me queda por decir esto: “como todo en esta vida es decisión propia, queda en cada uno ver en cual lado está o le gustaría situarse en el de los terrenales, conformes y seguros o en el de los locos, soñadores, confiados en que existe un lugar para sus sueños en este mundo…”