Todos en algún momento buscamos nuestro espacio, algo que nos diga quiénes somos y que hacemos aquí. En este camino descubrí la forma de manifestar lo que soy: las palabras. Escribir era una hazaña de personas excepcionales y no podía concebir que yo alguien común y corriente fuera capaz de hacerlo; no sé cómo ni cuándo cambio mi concepción al respecto pero aquí estoy escribiendo en un rol que antes era un sueño irrealizable y me gusta.

Vivo a través de estas palabras que comparto con ustedes porque eso SOY

lunes, 6 de diciembre de 2010

Revolución

Tengo miedo, mucho miedo, nunca me había sentido así, ya no quiero decirlo porque me siento absurda, boba; me dicen que es normal que no es nada ¡NORMAL… nada es normal! Mi cuerpo está paralizado, no puedo hilar bien mis ideas y a eso le llaman una etapa normal.


Disculpen, con este correcorre no me presenté, me llamo Venus, soy una chica en busca de su camino en ésta vida, al borde de caer en el abismo diría yo ¡sí, en un abismo! Fíjate tengo diecisiete años, pronto cumpliré dieciocho, terminaré la secundaria y me iré a estudiar en Londres. Yo sé que tú estarías híper mega feliz, Londres, cédula ¿Qué más puedo pedir? Una vida llena de lujos y comodidades, vivo rodeada de gente, mi mundo está sumido en una profunda y desgarradora soledad. No sé cuándo dejé de ser feliz o si en algún momento lo fui, ayer era la típica niña de papi y mami, caprichosa y despreocupada, tenia el mundo en mis manos. No sé que hubiera sido mejor, quedarme allá en mi realidad irreal o el despertar en esté mundo desconocido donde todo lesiona mi cuerpo y mi alma pues en este mundo no soy, no estoy, soy un vacio andante, no sé quién soy ni a dónde voy.


Fue tan extraño y tan simple, recuerdo muy bien aquel día, mejor dicho aquella mañana tan común como cualquier otra, como de costumbre la llamada de Mia, envuelta por la emoción y los nervios me gritaba ¡La Beach Party! Era la famosa fiesta en la playa que organizaba la promoción y como buena estrella, la organizaba nada más y nada menos que Yo, Venus la espectacular. Colgué el celular, con cierta desazón, en ese momento supe que algo cambio en mí, ya no era la misma, en realidad ya no era.


Entré al baño me di un duchazo rápido, tome algunas piezas de ropa, bajé las escaleras con desesperación, arranqué el auto y manejé sin dirección hasta llegar a la casa de campo de los abuelos, ¡Realicé un viaje de doce horas en menos de seis! Salí del auto, abrí la puerta con alguna de las tantas llaves del manojo, sólo hice entrar y me tendí en el piso, sentí el rozar de la fría superficie y no me importó, solo quería estar allí y pensar, sentí una gran necesidad de escudriñar dentro de mí, buscaba ese no sé qué, que había perdido. Y eso hice durante una semana, sólo pensar…




Han pasado, dos meses desde aquel día, dos meses de los cuales cada día es un nuevo enigma, ya no hay seguridad, ni siquiera este instante fugaz se deja atrapar.


Tengo miedo, de nuevo, escucho mi nombre en el micrófono, doy pasos hacia el podio, miro la muchedumbre esperando el gran discurso final pero yo sólo digo: Nadie me preparó para la vida, nadie me dijo que allá viviré una batalla campal, nadie me dijo que el mundo real no es ese que nos han pintado. Nadie nos ha dicho nada, ahora es nuestro turno de pararnos y luchar. Di la media vuelta, tiré la toga y bajo la mirada estupefacta de todos salí del auditorio…


Soy Venus una chica de 18 años, errante en esta tierra a la que busca arrancarle los vestigios de su vida.